Iñaki Urdangarin blinda a la fuerza su último beso con Ainhoa Armentia
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia forman una pareja de lo más romántica y enamorada. Buena prueba de ello es que han dejado atrás su cuidadosa y discreta manera de mantener sus encuentros y ya no se esconden. Desde que en verano les viéramos su tórrida secuencia en la playa, sus citas se han sucedido, la mayoría con cámaras mediante. El golpe de efecto que generó su romance, nacido del escándalo, se ha difuminado y ambos se han entregado el uno al otro sin importar nada más.
Todo normal en cualquier pareja que se preste hasta que ha aparecido la fuerza en escena. La polémica ha tenido como protagonistas a un equipo de reporteros de El Programa de Ana Rosa, a Iñaki, a Ainhoa y a su escolta como invitado inesperado. Los primeros se desplazaron hasta Vitoria para informar sobre cómo habían pasado ambos el cumpleaños de ella y se encontraron envueltos en una escena de lo más desagradable.
Ainhoa Armentia, junto a una reportera de El programa de Ana Rosa.
Ainhoa Armentia caminaba por la calle cuando fue abordada por la periodista para preguntarle por su actualidad. Elegante en sus respuestas, no quiso entrar a valorar nada, pero lo peor estaba por venir: «Se han besado. Nos encantaría enseñarles esta imagen del beso, pero no la tenemos porque un escolta del ex duque de Palma nos ha retenido a tan solo unos metros de la puerta y nos ha impedido grabarles», ha comenzado narrando Leticia Requejo. «Nos ha impedido grabarles y nos ha pedido la documentación para ganar tiempo y que el duque se marchara», puntualizaba la reportera del programa.
Una mala praxis por parte del guardaespaldas del yerno del rey Juan Carlos que ha sido objeto de debate posteriormente en el plató del espacio matutino de Telecinco. Ana Rosa Quintana se quejaba de que estábamos en una anomalía, refiriéndose al romance de Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin. Antonio Rossi sostenía que «el escolta está a veces más preocupado de que no saquen la foto que de su labor».
Ana Rosa Quintana, en el plató.
La periodista involucrada ha contado, con todo lujo de detalle y ya desde la redacción, la cronología de este suceso. A las tres de la tarde, Iñaki se acercó al despacho para ver a Ainhoa Armentia. La vasca bajó a la calle y es ahí donde se produjo un beso que los periodistas quisieron filmar sin éxito: «El escolta, que se identificó como Policía Nacional, nos ha retenido a escasos metros de la puerta, nos ha impedido grabarles, nos ha pedido la documentación y nos ha dicho que no nos moviéramos de su lado (…) Estábamos haciendo la guardia, aparece Iñaki y antes de captar el momento el escolta se pone delante de la cámara, nos dice que no grabemos, me empujó, diciendo que quería echarme a la acera, en una calle peatonal…», ha finalizado.
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia en Bidart.
Al margen de este episodio, Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia continúan disfrutando de su vida de tortolitos. Hace pocos días se les vio de pinchos por las calles de Vitoria-Gasteiz y es que no están dispuestos a ocultarse más. En otro orden de cosas, el ex deportista aún se recupera de un accidente que terminó en fractura de codo y paso por el hospital.